A pesar de que el candidato oficialista tiene una ventaja importante frente al bloque opositor, casi uno de cada cuatro personas aún no tiene decidido su voto. Entre los segmentos, son las mujeres melancólicas quienes menos identificadas se sienten con el proyecto de Xóchitl Gálvez.
En los últimos 3 meses no hay cambios relevantes en la intención de voto; Morena sigue aventajando de manera amplia al Frente Amplio. Entre las melancólicas incrementa la indecisión de voto tanto para Claudia Sheinbaum, pero afectando aún más a Xóchitl Gálvez.
La continuidad del proyecto Obradorista es el principal bastión que sostiene la campaña de Claudia Sheinbaum, además de su intención de continuar con el aumento al salario mínimo.
Entre los segmentos, las melancólicas son las que se identifican con la mayor cercanía con López Obrador y quieren, a través de Claudia, seguirán viendo la imagen del actual presidente que las “cobije y las proteja”
Para el caso de Xóchitl, la promesa de regresar el Seguro Popular es el mejor discurso por el que genera intención de voto, además de su impulso a la iniciativa privada. Es de destacar la baja intención entre aquellos que están en contra de AMLO, que no ven en Xóchitl una razón para votar por ella.
Entre los jóvenes decepcionados, Xóchitl representa el voto de castigo hacia Morena, mientras que entre los Camaleónicos y Pragmáticos logra convencer con temas como Cultura, Deportes. Aún así, quedan discursos por impulsar que no están siendo identificados por ningún grupo.
Sin importar porque partido votarán, existen problemáticas que no se ven resueltas en el futuro próximo por ninguna de las dos principales candidatas. Temas como Narcotráfico, Corrupción, Combate al crimen organizado parecieran que son situaciones que los mexicanos saben que perduraran sin importar el ganador a la contienda.
Eliminando a un tercer candidato, se refuerza aún más el sentir de que NO hay ningún candidato en la actualidad que pueda resolver los problemas de mayor preocupación entre los mexicanos de a pie.
Si bien, casi ocho de cada diez personas que ya tienen decidido su voto, piensan que no hay razón para cambiarlo, existe aún un 20% de personas en cada candidata que, ante una situación específica, podrían decidir cambiar su voto.